jueves, 25 de septiembre de 2008

Phillip Colla Photography

Phillip Colla Photography

Phillip Colla es un fotógrafo de historia natural y escritor. Él se centra en los mamíferos marinos silvestres, el bosque de algas marinas de California, los habitantes de remotas islas del Pacífico oriental, los Parques Nacionales del Oeste americano y, más recientemente, las olas y el surf. Él tiene la suerte de haber visitado muchas zonas terrestres y subacuáticas espectaculares, así como haberse encontrado con una variedad de especies amenazadas y en peligro de extinción. Sus fototografías han aparecido en las páginas de la BBC Wildlife, National Wildlife, Ocean Realm, Ranger Rick, Reader's Digest, Skin Diver, Scientific American, New York Times, United Press International, USA Today, and National Geographic Books.Sus fotos y libros, se han utilizado en publicidad y diversas campañas, en acuarios y museos, y de vez en cuando es reconocido en concursos fotográficos. Su videografía subacuática ha sido transmitido en varias producciones en los Estados Unidos y en el extranjero. OceanLight.com presenta 20.000 de sus fotografías disponibles para licencia.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Quién son estos animales?


MANATÍES


(Trichechus manatus)


Los manatíes son grandes mamíferos marinos que llegan a pesar hasta 900 Kg y alcanzan mas de 3.60 metros de longitud. Al igual que las ballenas, sus grandes cuerpos solo pueden ser sostenidos en un ambiente acuático. En tierra, su peso corporal aplastaría sus órganos internos.
Los manatíes son los únicos mamíferos marinos que son herbívoros. Solo para mantener sus grandes cuerpos calientes, deben de consumir aproximadamente 1/10 de su peso diariamente. Para el manatí típico, eso significa mas de 45 Kg de plantas acuáticas.
Para estos animales representa un problema mantenerse calientes. Sus cuerpos cilíndricos los ayudan a conservar calor, pero no poseen la grasa que tienen otros mamíferos marinos. Su metabolismo es también muy lento, por lo que no genera mucho calor corporal. Como resultado, los manatíes pueden enfermar cuando la temperatura del agua baja de 21º C. En agua fría, pueden desarrollar neumonía, volverse lentos hasta para comer, y morir. La mayoría de los manatíes vive en aguas tibias tropicales, pero los manatíes de Florida viven en aguas subtropicales que bajan a menos de 21° C en los meses de invierno (de Diciembre a Marzo). Los manatíes ahí tienen un comportamiento que los ayuda a sobrevivir en aguas debajo de 21° C. Durante el invierno, buscan los manantiales termales naturales en los ríos costeros de Florida. Llegan aun a congregarse en donde las plantas eléctricas descargan el agua tibia. Para protegerlos, muchas de estas areas son ahora Santuarios de Manatíes.














Los manatíes están bien adaptados a su lenta vida acuática. Poseen unas extremidades anteriores flexibles que utilizan como timón mientras nadan. También usan estas extremidades para sostener su alimento. Su cuerpo termina en una cola con forma de gran remo. Con fuertes movimientos hacia arriba y hacia abajo, utilizan la cola para impulsarse por el agua. Generalmente se mueven de 3 a 5 millas por hora, pero cuando se asustan, pueden nadar más rápido. El ver nadar a los manatíes, es como ver un ballet en cámara lenta, mientras se retuercen y dan volteretas silenciosamente en su hogar acuático.



Como todos los mamíferos, los manatíes respiran aire. Como mamíferos marinos, deben subir a la superficie para tomar aire. Mientras descansan, pueden hacer esto cada 20 minutos, pero cuando están activos, necesitan respirar cada 3 a 5 minutos. Cuando la gente respira, puede intercambiar aproximadamente el 10% del aire de sus pulmones. Cuando los manatíes respiran, intercambian hasta el 90% del aire de sus pulmones. Para hacer esto, exhalan muy fuerte cuando su nariz rompe la superficie del agua, parecido a las ballenas o a una persona que bucea. Aunque los manatíes no avientan un chorro de agua, como a veces hacen las ballenas, si avientan una nube de rocío. Respirar de esta manera significa que hay mas oxigeno fresco, lo que permite al animal estar bajo el agua mas tiempo sin respirar. Los manatíes tienen también otras dos adaptaciones respiratorias especiales; solo pueden respirar con la nariz, y la nariz tiene unos pliegues especiales que se sellan cuando se sumergen.

Los manatíes son generalmente animales solitarios. Sin embargo cuando una hembra se encuentre lista para reproducirse, varios machos se congregaran alrededor de ella formando una manada reproductora. Después de aparearse, vuelven a asumir su vida solitaria. Después de nacer las crías, estas se mantienen cerca de sus madres y el tocarlas aparentemente es importante para ellas. Los vástagos se alimentaran de su madre por casi un año, y permanecen con ella hasta dos años.
Al nacer, los "becerros" de manatí pesan 30 Kg, y miden 120 cm. Pueden llegar a vivir alrededor de 70 años, pesar hasta 500 Kg, y medir mas de los 3 metros. La reproducción es lenta para los manatíes. Estos maduran y están listos para reproducirse alrededor de los 10 años. El periodo de gestación es un año completo, y las vacas dan a luz cada 3 a 5 años.

Los manatíes se comunican entre si con un coro de voces que suena como rechinidos. Los sonidos que hacen pueden se escuchados por el hombre. La comunicación es especialmente fuerte entre la vaca y su becerro, y eso ayuda a que los dos se mantengan en contacto unos con otros.
thewildones.org
UwPmagazine

martes, 23 de septiembre de 2008

Simbiosis y comensalismo











Simbiosis y comensalismo

Las relaciones entre diferentes formas de vida a menudo son el secreto de supervivencia de los arrecifes. También en lo pequeño, estas asociaciones resultan ser vitales.

En la última aportación se describieron algunas formas de parasitismo y los mecanismos de protección creados por la naturaleza a través del llamado mutualismo. El presente artículo representa una continuación temática lógica en el que se exponen asociaciones de dos organismos de diferente especie en las que, como mínimo, una de las dos se beneficia sin perjudicar al otro. Por “Simbiosis” se entiende hoy día la colaboración entre diferentes organismos con ventajas para ambas partes. Frente a ello, la relación entre dos formas de vida de diferentes especies en las que solamente se beneficia uno de los socios sin que sea perjudicado el otro se denomina “comensalismo” o “probiosis”. La forma más conocida de la simbiosis en el ámbito marino es la de las anémonas marinas con peces u otros animales.

Estrategia de supervivencia de los corales formadores de arrecifes

Como se sabe, los arrecifes de corales están formados por inmensas acumulaciones de pólipos de coral. En el curso de siglos han creado gigantescas construcciones en medio de los océanos, ello solamente gracias a una refinada forma de simbiosis. Los pólipos de coral depositan en su capa más interior algas monocelulares (las llamadas zooxanthelas). Éstas asumen la función de células solares. Convierten mediante la fotosíntesis la energía de la luz solar en energía química y producen para los pólipos de coral nutrientes como azúcar, grasas y oxígeno, éste último necesario para que los animales de coral puedan respirar. El dióxido de carbono igualmente necesario está presente en forma disuelta en el agua marina. Sin embargo, para que las algas puedan hacer a su vez la fotosíntesis, necesitan nitrógeno y fosfato, obteniendo ambos elementos de los procesos metabólicos de los pólipos de coral. Con ello ambas formas de vida se benefician del otro simbionte.

Peligro mortal para los simbiontes

Sin embargo, esta forma de simbiosis presenta un inconveniente decisivo: los corales dependen de las algas (zooxanthelas). Si el mar se calienta excesivamente, por ejemplo debido a fenómenos meteorológicos, ello puede convertirse en un peligro mortal. Las algas cesan la fotosíntesis como consecuencia del incremento de la temperatura lo que a su vez supone un peligro mortal para los pólipos de coral porque las zooxanthelas corren el peligro de morir. Los arrecifes enfermos de muerte pueden decolorarse en amplias superficies y morir. Una suerte similar la corren las almejas (por ejemplo la almeja gigante Tridacna) y las anémonas que tienen incorporadas el mismo tipo de algas que los corales.

Babosas marinas con alimentación solar

De forma verdaderamente futurista se aprovecha una babosa del tipo flabelina de la energía solar. Se alimenta con corales que tengan algas monocelulares (zooxanthelas) incorporadas. Sin embargo, estas algas no llegan a ser digeridas sino que se integran de manera hasta ahora desconocida como células completas en el propio organismo de la babosa. La incorporación se realiza en los miembros ramificados del cuerpo de la babosa donde las algas siguen existiendo y donde pueden efectuar la fotosimbiosis. La misma babosa se beneficia, al igual que los pólipos de coral, de los productos metabólicos. Esto llega hasta tal punto que la babosa ya no tiene que absorber durante un largo periodo de tiempo otros nutrientes pudiendo existir únicamente con la dieta solar de sus socios simbiontes, las algas.

Simbiosis entre cangrejo ermitaño y anémona marina

Una forma de la simbiosis que siempre resulta atractiva al que la observa es aquella entre el cangrejo ermitaño y la anémona marina. Los cangrejos ermitaños emplean conchas de caracol vacías como protección y a menudo se colocan una o varias anémonas marinas urticantes sobre su concha para defenderse de sus enemigos. En contrapartida, la anémona puede beneficiarse de restos alimenticios del cangrejo ermitaño.

Camarones como limpiadores de pepinos de mar, almejas y corales

Determinadas especies de camarones que no viven en estaciones de limpieza para peces, se alojan en pepinos de mar, almejas, anémonas y corales. Estos camarones se benefician de un buen camuflaje o de la protección de los tentáculos urticantes de su hospedante. Como contrapartida otorgan sus servicios como limpiadores. En esta función limpian sobre todo a las anémonas y corales de los cuerpos extraños como arena o restos de almeja.

(uemis DiveWorld)